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Cuando escuchamos o leemos sobre un viaje a “Tierra Santa”, Jerusalén debe ocupar el segundo, sino es el que el primer, lugar de ciudades que se nos vienen a la mente. Han sido tanto los relatos donde el nombre aparece a través de infinidad de historias que lo relacionamos sí o sí.
Jerusalén ha sido y continúa siendo un importante sitio religioso para las 3 religiones monoteístas más importantes del planeta. Claro que, tener otras preferencias o no tener ninguna, no impide visitarlo y poder vivir/sentir lo que el sitio ha representado para la historia de la humanidad.
Al igual que Tel Aviv, posee un barrio moderno (más grande) y el barrio antiguo llamado Ciudad Vieja (Old City para los compas), siento éste segundo el principal atractivo de visita en la capital de Israel. Se localiza a no más de 70 kms de Tel Aviv y lleva aproximadamente una hora llegar desde la costa del mediterráneo. Yo lo hice por la mañana y tener tiempo de iniciar el tour con Sandemans (como es costumbre) a las 2 pm.
La Ciudad Vieja fué declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO desde 1981. Dentro de sus murallas se pueden encontrar varios de los lugares más sagrados para los cristianos, musulmanes y judíos. Además, internamente se encuentra dividida en los barrios Musulmán, Cristiano, Armenio y Judío.
A lo largo de la muralla que encierra a La Ciudad Vieja existen 8 puertas abiertas al público que son utilizadas para entrar/salir del recinto, unas más bonitas que otras pero todas con su encanto. La más famosa es Jaffa Gate y, en mi opinión, Damasco Gate como la más bonita. Justo en la primera comencé el tour, era la más cercana a mi hostal y la referencia por excelencia.

El tour con Noemí de Sandemans fué rápido, muy rápido. La Ciudad Vieja se recorre perfectamente en 3 horas, omitiendo el tiempo de ingreso a los lugares más emblemáticos.
La Torre de David es uno de los puntos importantes y más cercanos a Puerta de Jaffa; es una ciudadela reconstruida en diferentes ocasiones desde el siglo II a. C. con importantes restos arqueológicos y hoy convertida en museo. No entré por la premura pero quizá quede para mi siguiente visita.

Este lugar es, quizá, el más representativo del pequeño Barrio Armenio, dónde también podrías visitar el Museo Armenio.
Recorrer las calles de La Ciudad Vieja resulta muy enriquecedor, casas muy pequeñas dónde realmente aún viven personas y, en otras, lleno de negocios. Un auténtico mercado gigante y en cierta manera parecido (poquito menos cuidado) que Old Jaffa en Tel Aviv.
En varias ocasiones me detuve a observar las ruinas originales de lo que hace milenios formaba la ciudad; en otros también se puede apreciar el nivel original de la calle dónde posteriormente se reconstruyó su trazado actual.


Así continué hacia el Barrio Cristiano dónde la parada obligada es la Iglesia del Santo Sepulcro para una visita desde las afueras, mi intención no era ingresar ese día sino hasta el siguiente ya que iba en grupo. Al rededor de este sitio, por lógicas razones, encontré el mayor tumulto de personas y negocios: venta de artesanías, pequeños restaurantes y pequeñas tienditas en general. La Puerta Nueva se creó exclusivamente y como petición para este barrio, y si, es la más reciente pues data del siglo XIX.
Continuando en el mismo barrio pude tener unas grandiosas vistas desde lo alto de la Cúpula de la Roca, Muro de las Lamentaciones y Monte de los Olivos.

Una parte de la Vía Dolorosa (primeras 7 estaciones) se encuentran en el Barrio Musulmán de La Ciudad Vieja.
El tour termina temprano, aun el sol estaba muy pegador cuando nos despedíamos de nuestra guía. A pesar de sentir cansancio, decidí aprovechar el tiempo y recorrer lugares próximos a las murallas. Hacia el sur y por la puerta llegué precisamente a Monte Sión.
No sé si por la hora, pero este lugar estaba semi vacío a pesar de tener sitios de muchísimo interés. Lo disfruté mucho ya que no tuve que gritarle a nadie para que se moviera y me dejase tomar las fotos sin intrusos. Oh si! solo algunos chinos.
Mi objetivo se centró en visitar el Cenáculo, lo que se supone, fué el lugar dónde Jesús tuvo su última cena.


Muy cerca se encuentra Dormition Abbey, dónde supuestamente tuvo lugar la Dormición de la Virgen María.


Pero como lo mío es la variedad y estoy abierto a cualquier tipo de creencia (solo a veces), entre no queriendo fui llamado por varias personas (eso me pasa por andar de fisgón donde no debo) a entrar La Tumba del Rey David y realizar un pequeño ritual judío. Debo aceptar que fué raro, más no desagradable. De hecho todo lo contrario, tuve pensamientos positivos a raíz de ese acto.
Las personas que me atendieron fueron amables siempre, de hecho me dejaron como recuerdo mi kipa color blanco que guardaré por siempre. =)