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Para ser honestos, poco o nada había escuchado de Sabbat (o Shabat) antes de este viaje. ¿Qué? ¿Tu también? Bueno, ya somos dos. O más.
¿Y es realmente importante conocerlo? Si eres judío, seguro lo conoces. Sino lo eres, pero estás de viaje un viernes por la noche, sobre todo por Jerusalén, es importantísimo saber de qué manera deberás tomar tus precauciones.
El Sabbat es una celebración judía realizada el séptimo día de la semana (sábado) y que comienza desde el viernes por la tarde-noche, terminando la noche del sábado. Es el día sagrado por excelencia, marcado principalmente por el abstencionismo a cualquier trabajo o esfuerzo físico.
La definición y costumbres se los dejo a los expertos, pero como mencioné, es algo a considerar ya que su aplicación, sobre todo en Jerusalén, es aplicada en su totalidad. En otros lugares en los que no estuve un viernes, tengo entendido que el impacto es menor.
Durante el Sabbat, los negocios cierran, los autobuses no tienen las corridas que otros días de la semana tendrían, no hay tren y la gente suele estar en sus casas dedicando tiempo a su familia, descanso y oración.


Y cuando digo todos los negocios, me refiero a todos. Una de mis intenciones era presencia esta celebración, sino del lado judío, si tener la oportunidad de observar como a la caída del sol el día viernes las calles comienzan a desolarse de personas y todo tipo de movimiento. Muy pocas personas caminando, contadas 10 en un espacio de 8 cuadras que recorrí caminando. Por esta misma razón Yad Vashem cierra temprano el día viernes.
El día sábado por la mañana es exactamente lo mismo; con entusiasmo recorrí algunas de las cuadras cercanas a mi hostal, encontrándome con poca gente caminando (y la mayoría turistas), restaurantes que dejan las mesas servidas como si alguien fuese a llegar, pero no. Prácticamente todo cerrado.
Las vías del tren ligero por donde solo los atrevidos cruzan o las estaciones infestadas de gente unas horas antes, ahora están completamente desiertas. En cierta manera el ambiente es de película, una sensación muy extraña de saber que la gente está en sus casas y eres de los pocos caminando calles y avenidas.

Creo que puedes imaginar de qué manera esto podría cambiar el curso de tu viaje, sobre todo si planeas hacer algo cualquier de éstos dos días. El sábado no hay corridas, o son contadas. Mi plan era ir a Eilat para cruzar a Jordania, lo pude realizar pero hasta el día Domingo muy temprano. De hecho opté por comprar el ticket del bus desde el día viernes por la mañana ya que el sábado lógicamente estaría cerrado y no estaba para correr riesgos de ningún tipo.
Al ser una celebración judía, los otros barrios importantes de la ciudad, tanto dentro como fuera de las murallas, continúan sus actividades normalmente. Que no les pase lo que a mí, no preví esto y dormí sin cenar; es posible encontrar negocios abiertos en los barrios musulmán y cristiano en la Ciudad Vieja.
Si tu idea es llegar o salir de Jerusalén un viernes por la noche y sábado por la mañana, es necesario que preveas toda esta situación. Siempre hay alternativas, pero son exageradamente limitadas.
