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Llegó a ser considerada como la principal mina productora de oro en el mundo, pionera en muchos sentidos de la creciente tecnología europea e implementadora de la energía eléctrica, teléfono y telégrafo.
Localizada justo entre los pueblos de Tlalpujahua y El Oro, se encuentra la mina Las Dos Estrellas, un paraje importante y obligatorio en tu recorrido en los límites del estado de Michoacán y el Estado de México. Lugar que por muchos años fué el ícono de esta zona y lo continúa siendo ahora como atractivo turístico.
En el mismo lugar es posible visitar tanto la mina como el Museo Tecnológico Minero del siglo XIX, uno de los pocos museos en sitio del país. Ambos son parte del mismo recorrido. Nuestra llegada fue muy temprano, apenas las 10 am, por lo que apenas encontramos personas.
El Lugar abre precisamente a esa hora y cuenta con un pequeño estacionamiento, justo a tiempo antes de la llegada de más visitantes.

Justo a la entrada se localizan unas pequeñas salas con fotografías históricas e indumentarias utilizadas durante la explotación de la mina, así como documentos que enriquecen la visita. Yo no me lo esperaba y honestamente no estaba muy informado al respecto, pero justo a nuestra llegada el tour guiado iba comenzando; situación que en lo personal me agrada pues ayuda a comprender aun más el recorrido.


El grupo, a mi parecer, era algo grande; comenzamos apenas dos familias y terminamos más de 10. El recorrido suele ser amplio, aproximadamente 2.5 horas, por lo que entre más temprano se inicie, creo que es mejor. Contrario a lo que había leido, no tiene un costo como tal, sino que al final la aportación es voluntaria.
El tour resulta muy ameno, con la inmensa cantidad de artículos, documentos, fotografías y diferentes salas que aún conservan la esencia de lo que alguna vez fué. Podrás apreciar la Tienda Raya, Bodegas, taller de torno donde eran fabricadas sus propias herramientas y una vez terminado su ciclo, fundidas para crear nuevas. Los hornos resultaron ser una grata sorpresa pues el estar ahí hace volar tu imaginación y sentirte un auténtico obrero.

Además, es posible ingresar algunos metros a la mina haciendo uso de equipo especial ofrecido por el guía, algunos cuantos metros adentro y con el relato es posible que puedas darte una idea de lo que este trabajo resultó para los trabajadores y lo pesado que era.
La visita concluye en una pequeña tienda de artesanías y cafetería, al comprar también contribuyes a que el museo continúe ofreciendo estos tours, además de poder realizar una pequeña aportación que de acuerdo a tus posibilidades puedas brindar. Si bien no es obligatoria, si dice mucho sobre tu intención del apoyo a que estos lugares continúen de pie.
En general esta visita es uno de los parajes obligados al estar por esta zona del estado de Michoacán.