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Se llegó el gran día. De antemano sabíamos que sería un viaje muy cansado por la cantidad de escalas y duración de los trayectos hasta Tailandia. Así primero tomamos un bus desde mi ciudad hasta Guadalajara donde tomaría el primer avión apenas amaneciendo hasta Los Ángeles. Si ¿Porqué no? El primer retraso del viaje fue apenas en México, lo cual retrasaría la escala en LAX, bueno por un lado, malo porque al tener que cambiar de sala en un aeropuerto sumamente grande iba a resultar muy complicado y estresante. Así fue, llegamos a LAX terminal 6 después de las 10 am, teniendo menos de 2 horas para cruzar inmigración, mover el equipaje documentado al respectivo escritorio y finalmente movernos hacia la Terminal B, de donde saldría nuestro vuelo a Seúl por KoreanAir. No haré más drama, estuvimos a menos de 5 minutos de perder dicho vuelo.
El primero desde GDL fué corto y no hay mucho que decir sobre Alaska Airlines, no se caracteriza por tener un servicio excelente. Es más, ni a bueno llega. Cumple, es todo. El servicio a bordo es malo. El trato recibido de la tripulación también deja mucho que desear. Obviamente esperábamos mucho más de KoreanAir y así fué, un vuelo trasatlántico es y fué mucho mejor. Desde la recepción y amenidades, recibimos una botella de agua que después de la gran carrera que hicimos entre terminal y terminal en LAX, agradecimos infinitamente. Nos esperaban más de 10 horas un poco aburridas, pero habrá quien las disfrute volando.
El servicio en el vuelo es bueno, no sé si excelente, me temo que no. Aun así lo disfruté. La comida no es tan mala, y siempre tienen opciones para los que no estamos tan acostumbrados a la comida asiática. Solo por mi apariencia ni me la ofrecieron, cosa que agradecí. Mi vecino de vuelo comió algo muy diferente a lo mío.
Tal cuál lo previsto y por el cambio de zona horaria, en punto de las 17:30 hrs ya del Sábado 19 de Marzo, estábamos aterrizando en el aeropuerto de Incheon. Teníamos un poco más de una hora para realizar el cambio de avión, en esta ocasión sin equipaje documentado, lo cuál facilitó demasiado las cosas y hasta llegamos a descansar a la sala antes de abordar. Momento de dar aviso a nuestras familias que todo iba bien, después del susto en LAX apenas 13 horas antes. Claro, en Incheon tuvimos otra revisión tanto de equipaje de mano como de documentación. Todo en orden a las 18:50 tomábamos el último vuelo, ahora con destino final de Bangkok, aeropuerto SUVARNABHUMI.
6 horas de vuelo se pasaron rápido, quizá la emoción que recorre el cuerpo al estar llegando al destino comenzaba a hacer de las suyas. Exactamente a las 22:55 hora local, estábamos arribando a Bangkok, aun sin calor, claro. El AirportLink que teníamos pensado tomar para ir a la ciudad cerraba a las 00 horas, así que debíamos darnos prisa.
El control fué demasiado rápido. El tener una reserva al menos para los primeros días ayudó mucho ya que en la documentación para ingresar al país solicitan la dirección, así que no dudamos y fué la anotada en la ficha de llegada. A los mexicanos no nos exigen ningún tipo de vacuna, lo cuál facilita aún más las cosas. 30 minutos después estábamos libres en el aeropuerto y buscando el dichoso metro.
Presupuesto diario
- Airportlink: 45 baths.