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La noche anterior no me di el tiempo de revisar el hotel, no era ni necesario ni justo. Si bien no era malo, tampoco era excelente. Una opción muy mediana tanto en servicio, habitaciones y restaurante. Nada sobresaliente, si muy modesto. Aun así, estuve contento.
Apenas me levanté, me llamaron a la puerta. Era una señora de la tercera edad con un diálogo muy atento conmigo en el cual no se cansó de pedirme disculpas por lo acontecido entre el recepcionista (su sobrino) casi dormido y el chofer, el cual omitió que mi estadía en el hotel ya incluía el transfer desde el aeropuerto, por lo que me regresó cada sol que un día antes yo le había dado de manera ingenua. Además me informó que me incluía desayuno que ya podía pasar a tomar. El día comenzaba, sin duda alguna, mejor que como había terminado el anterior.
Con antelación había reservado un citytour (Tour por Lima) para no irme sin conocer un poco de la capital, tenía la opción de tomarlo por la mañana o tarde, opté por la tarde por aquello de las dudas. Así que tenía un poco la mañana libre. Así fué como con mi nueva amiga la viejecita, pude contactar a una mujer taxista que me llevaría a mi primer tour arqueológico y gastronómico por las afueras de Lima. El traslado lo pude conseguir por apenas 45 Soles peruanos, algo así como 15 dólares estadounidenses al tipo de cambio de esa fecha. Y no ha cambiado mucho.

A no más de 45 minutos del centro de Lima se encuentra la zona arqueológica de Pachacamac, si bien antes de llegar a Lima no lo conocía, fue una de las primeras recomendaciones de la gente local. Pachacamac resultó ser una grata sorpresa tanto pr las edificaciones como por su cercanía a la costa del pacífico y las vistas son espectaculares.
Desafortunadamente no pude contactar a un guía ya que al ser fin de semana, se tenían todos ocupados con grupos de estudiantes más grandes. Mi amiga taxista intentaba explicarme algunos detalles pero no era lo suyo. El poder disfrutarlo no tuvo impedimento y con una buena guía escrita bastó.
El clima en Lima es raro, (casi) siempre está nublado y nunca llueve, y por la época del año (a punto de comenzar el invierno) se llegó a sentir un poco de frío por el aire de la costa, nada en extremo.El lugar se recorre perfectamente a pie, aunque es más grande de lo que aparenta; el clima desértico exige que lleves buen calzado, preferentemente antiderrapante.
2 horas fueron suficientes para recorrer sus principales lugares: Templo del Sol, Templo de la Luna, Templo Viejo y Palacio de Tauri Chumpi. El museo, aunque pequeño, tiene una muestra importante de los vestigios encontrados durante las excavaciones realizadas en este lugar.

A nuestro regreso a Lima era necesario hacer una de las paradas obligadas para comenzar la degustación de la importante gastronomía peruana: Lurin. Sobre la carretera las opciones son muchas, así que confié ciegamente en la recomendación de nuestra guía y en un solo lugar degusté chicharrón, ceviche y tuve mi primer encuentro con inka cola. El ceviche lo existe en diferentes variedades, presentaciones e ingredientes, yo pude probar dos variedades y realmente salí contento. Eran casi las 2 pm cuando estábamos regresando al hotel.
Y apenas me dió tiempo, compitas, pues en punto de las 3:30 pm me recogerían para el tour que ya tenía contratado y me serviría para un vistazo general al país. El tour por Lima presenta las 3 épocas históricas: Es recomendable para conocer algunos datos aunque, como siempre y en viajes grupales, el tiempo es oro y éste suele no ser suficiente. Mi recomendación es tomarlo pero después regresar a los puntos de interés con mayor tiempo para la sesión de fotografías o conocer aquellos museos que captaron tu atención. Siempre ha sido esa mi recomendación si es que optas por este tipo de tours.


La catedral con fachada estilo renacentista, como es el objetivo, sobresale entre todas las edificaciones que la rodean. Se sitúa justo a un costado de la Plaza Mayor de Lima. Relativamente cerca se encuentra el Palacio de Gobierno de Perú, Palacio Municipal, Convento de Santo Domingo y Convento de la Merced.
Además y como mención especial, visité el conjunto de la Basílica y Convento de San Francisco de Lima, de un color amarillo en un tono característico del barroco limeño. Además de poseer un altar mayor de estilo neoclásico, lo que más me impresionó fueron las catacumbas existentes bajo este imponente edificio, un cementerio que data desde la época colonial y que impresiona a más de uno. Se encuentran un sinfín de huesos de unas 25,000 personas según los conteos, con pequeñas puertas y estrechos túneles, que según cuentan algunas leyendas, podrían comunicar hacia otras iglesias cercanas o el mismo Palacio de Gobierno.

El Tour por Lima (ya no en grupo) no podía terminar sin visitar uno de los lugares que más emoción me daba antes de llegar a tierras peruanas. Con la intención de apreciarlo mejor, por la noche abre sus puertas, junto al Estadio Nacional, el Parque de la Reserva o Parque de las Aguas. Más de una decena de fuentes a control por computadora, bailan al ritmo de música en diferentes ritmos y mágicos coloridos.
Para mi suerte pude disfrutar una serie de danzas típicas en uno de los rincones donde pude comenzar a conocer más de la cultura Peruana dentro del mismo parque. Había gente por todos lados, parece ser un lugar muy concurrido sobre todo por la gente local. El Tour por Lima, que comenzó tranquilo, al final del día se alargó, por lo que era necesario regresar al hotel pues al siguiente día tomaba un vuelo a muy temprana hora.