Por Europa. Día 8: Llegada a Venecia.

Canales en Venecia.

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El Hotel resultó ser muy cómodo con muchas habitaciones. Tuvo un costo de 45€ por persona por noche pero solo íbamos a dormir esa noche ahí muy penosamente. Dependiendo de la habitación que necesites, te toca en uno u otro edificio, ya que está dividido en dos. No es posible regresar después de la 1 am por reglas del hotel, pero no era nuestro objetivo así que no tuvimos inconveniente. Lo único tal vez malo del hotel es que, aunque tiene habitación y baño privado, éstos realmente se encuentran fuera de la habitación, así que tienes que tomar un pasillo en la madrugada si tus necesidades son muchas. Aún así nos gustó. Con el dueño, a pesar de que no habla una sola palabra de español, fué muy fácil intercambiar preguntas y respuestas en un inglés medio tirándole a malo de mi parte. Estamos en Venecia!

Un día antes sabíamos que teníamos que dejar nuestro equipaje en bodega y que así no nos cobrarían una noche más. En realidad el hotel solamente lo utilizamos para dormir y nada más. No estuvimos más de 10 horas en él.

El día comenzó con una ligera preocupación de mi parte: mi tarjeta de crédito estaba bloqueada. Un día antes intenté comprar los tickets para el bus que nos llevaría de Venecia al aeropuerto de Treviso, y no pude realizar el pago. Tampoco con otra tarjeta de crédito adicional que tenía. Pero realmente me preocupaba más una porque si había realizado el aviso de salida al extranjero, pero en fin. Después penosamente se nos iría parte de la mañana buscando un teléfono de donde poder realizar llamadas a un número por cobrar de EU para pedir que la desbloquearan. Intenté del teléfono del hostal sin éxito. Hasta que encontré un teléfono público de monedas y por fin pude enlazar la llamada, aunque de gratis no tenía nada, ya que el precio del minuto de llamada era de 1€. Después de 15 minutos, había tirado 15€ a la basura. Pero bueno, teóricamente ya estaba desbloqueada mi tarjeta así que todo comenzaba a ir de maravilla nuevamente; aunque aún teníamos efectivo, no quería que éste se agotara para cualquier emergencia. Intenté pagar nuevamente y nada, pensé que sería cuestión de tiempo.

Para no perder tiempo, decidimos ir a Piazzale Roma y así adquirirlos de manera personal para asegurar el traslado y no perder el vuelo que realizaríamos más tarde. El trayecto lo realiza la empresa ATVO y tiene un costo de 10€. Los boletos se adquieren en un pequeño local que se encuentra a un costado de la plaza.

Tomamos un mapa en el hostal y fieles a la costumbre, a comenzar a caminar. Nuestra idea era tomar el vaporetto justo afuera de la estación de Santa Lucía para ir hasta la plaza de San Marcos, así que preguntamos. La idea era tomar la línea 2 que es mucho más rápida que la 1, el regreso sería caminando pues el objetivo era andar por toda la ciudad disfrutando de las vistas. Cuando me acerqué alcancé a escuchar a unos turistas que dijeron “is break”, pero no hice mucho caso. La persona que vendía boletos no tardó en decirme: vaporetto is break … huelga! -A lo que pensé: ¿Qué?. Y en un muy feo inglés volví a preguntar: So ¿How can we arrive San Marcos? Y me respondió con un tono sarcástico “Only walking”, mientras con sus dedos simulaba los pies de una persona corriendo, no caminando. Desde el inicio del día había una nubosidad importante y mucho aire, creímos que sería pasajero y que el clima estaría ad-hoc para una larga caminata. Cuando menos lo imaginamos, la lluvia y ráfagas de viento se hicieron presentes, lo cuál resultó muy incómodo pues, aunque no teníamos inconveniente con la lluvia, no deja de ser un tanto molesto el aire y sin poder sacar la cámara para guardar esos momentos. Afortunadamente una persona se nos acercó a ofrecernos una sombrilla Made in China de 5€. Tardamos más en destaparla que en lo que el paraguas se rompió.

Ni modo, son las cosas de los viajes. El vaporetto tiene un costo de 7€, por lo que nos ahorramos 14 para tomar un desayuno. Llegamos a un restaurante, y cuál fué nuestra sorpresa, pues la noche del día anterior solamente había sido un anuncio, si es demasiado caro, al menos en las zonas más cercanas a San Marcos. Sin carta en mano (si, nuestro error) pedimos un par de sandwiches muy malos y feos con solo jamón y queso y una par de capuchinos. 8 y 4€ respectivamente. Claro, gritamos del coraje pero no serviría de nada, eso nos pasa por no preguntar antes. La verdad es que no me fijé el nombre del restaurante por la prisa que teníamos por dejar el lugar.

Caminar en Venecia es muy sencillo pese a las estrechas calles, aunado a que encontrarás puentes muy similares entre cada una de las tantas islas. Además, pareciese que solo existe un camino, pues fué sencillo seguir a grupo de personas, que tal vez por ser temprano, todos se dirigían hacia San Marcos o Rialto. Entre más te acerques a éstos, de los lugares más emblemáticos de la ciudad, comienzas a tener señalizaciones en las esquinas de las estrechas calles. Obviamente todo es peatonal y sobre los canales encontrarás pequeñas lanchas y góndolas que hacen de tus vistas algo impresionante. Desde ese momento supe que había sido un error haber dedicado solamente un día a Venecia.

Venecia se encuentra dividida en barrios, siendo los más importantes San Polo y San Marco. También son los más céntricos y con la mayor cantidad de lugares por visitar. Se encuentran unidos por el puente del Rialto, quizá el más emblemático por ser el más antiguo de los 4 puentes que cruzan el Gran Canal. La ciudad, sino es muy grande, si es un poco complicada de caminar por sus calles angostas y siempre llenas de personas, en cada esquina puedes fotografiar la postal de tu vida, en cada puente y en cada tienda a la que accedes únicamente en una pequeña lancha. Demasiada exclusividad.

Como toda ciudad Italiana y me atrevería a decir, de Europa occidental, se encuentra siempre a la vanguardia en cuanto a moda se refiere. Cualquier rincón es bueno para colocar tiendas de prestigiosos diseñadores mundialmente conocidos. Desde nuestro hostal, ubicado en el barrio de Cannaregio y sin parar, se llegaría a la plaza de San Marcos en no más de 50 minutos. Nosotros hicimos 2 horas pues en cada puente yo quería colocar a la modelo de mis fotografías.

Antes de llegar a la plaza, por el camino que tomamos, nos quedaba en camino el puente Rialto, así que decidimos hacer escala para observarlo. No cabía una sola persona más, así que a empujones subimos algunos escalones solamente para tomar la fotografía. A ambos costados del puente y sobre los paseos que existen, encontrarás diferentes opciones gastronómicas. En lo personal me pareció demasiado caro, así que decidimos esperar un poco para comer. La opción era cambiar de barrio. También preguntamos por el paseo en góndola justo en uno de los pequeños muelles adaptados cerca del Rialto y el precio era de 80€ por ambos. Dado que traíamos algunos problemas con la tarjeta y el efectivo, decidimos no tomar ese riesgo y preferir comer, ya que nos pudo haber desequilibrado nuestras cuentas lo cuál iba a ser contraproducente. Las vistas desde la góndola deben ser magníficas, pero quedarán pendientes para una segunda visita al conjunto de islas.

La Plaza de San Marco se encuentra relativamente cerca, unas 5 cuadras que recorrerás en unos 15 minutos. La única plaza de Venecia posee una gran plancha con importantes e imponentes edificios como la Basílica de San Marcos, Torre de Reloj de San Marcos, El Campanario de San Marcos, Procuraduría Nueva y Antigua y Palacio Ducal. Una vista hermosa para donde sea que mires. También es el punto más bajo de toda Venecia, a solo centímetros del Mar, así que será lo primero en inundarse por marea alta de El Gran Canal o lluvias. Por mala suerte, tanto la fachada de la Catedral se encontraban en remodelación, por lo que no la pudimos apreciar en todo su esplendor. Las filas para su ingreso eran inmensas, al igual que el campanario, así que decidimos verlas solo por fuera. Tan solo caminar y sentir esa vibra vale completamente la pena. Exactamente al otro costado del Bacino di San Marco se encuentra la Iglesia de San Gregorio Maggiore, las vistas desde San Marcos son excepcionales. Tal como imaginé Venecia, así resultó ser.

Decidimos caminar un poco por el muelle para rodear el gran canal, y seguir observando. Muy cerca de los muelles existen puntos de venta para algunos tours. Con la idea de conocer La Fenice, existía un tour guiado para la 13:30 con un costo de 12€, lleno. Si ese día obtuve un consejo, es que en Venecia debes ir mejor preparado en cuanto a la planeación, ya que los lugares no son muy amplios por lo que las filas y tours, sumados a la cantidad de visitantes, hacen imposible el poder conseguir algo con solo unos minutos/horas de antelación.

Cambiamos de barrio ahora hacia Dorsoduro y con la firme intención de detenernos a comer algo. Antes decidimos hacer una parada técnica justo en Campo San Barnaba, con diversas opciones y con mesas y sillas sobre la plazuela. Ya que solo queríamos beber algo para refrescarnos (y utilizar su baño, principalmente) decidimos por el bar Ai Artisti y los precios muy cómodos. Birra Moretti por 2.5€ la mediana y 6€ la grande. Yo pedí una más grande para no estar llamando a la mesera a cada rato, mientras que el capuchino tenía un costo de 3€ y 2€ la botella de agua mineralizada. El descanso fué muy corto, no mayor a 30 minutos y continuamos la caminata, hasta que la lluvia comenzó nuevamente. Llegamos al ristorante Al Canton, en la esquina de Rio Terra Canal y Rio Terra Scoazzera, realmente apetecible el menú y muy barato comparado con otros. Cuenta con mesas y sillas afuera, que por la lluvia no eran del todo necesarias. El menú ya incluye agua, refresco o agua, y hay diferentes precios. El básico son únicamente pastas y tiene un costo de 9€  y el medio puede ser pasta con carne o panini. Mi esposa pidió un pescado frito exageradamente rico y yo un panini de carnes frías por únicamente 11€ cada uno. Una ganga en Venecia. Pasó la lluvia antes de terminar pero aún así decidimos esperar para ver la gente pasar, ya que es una zona muy transitada.

La hora comenzaba a apremiar, y ya que aún teníamos que regresar al hostal para recoger nuestro equipaje, lo cuál queríamos hacer a las 5 pm para aprovechar el internet y poder comprar el shuttle de Charleroi a Bruselas Midi. Caminamos lentamente, disfrutando de las buenas vistas de Venecia que ya valen la pena por si solas, así llegamos a Piazzale Roma en el Barrio de Santa Croce. Caminamos en el sentido contrario que después tendríamos que recorrer una vez con maletas en mano. Por fin pude pagar con mi tarjeta de crédito, así que las preocupaciones comenzaron a disminuir.

Para comprar los boletos de ATVO, con quienes haríamos el recorrido de Venecia a Treviso tuve algunos problemas, pero creo que ya era problema del sitio, por eso decidimos comprarlos en efectivo directamente en la plaza.

El segundo vuelo interno que tomaríamos en Roma sería por Ryanair, que usualmente vuela a aeropuertos alternos en las ciudades y poder así mantener precios low cost. Nosotros nos decidimos por tomar un vuelo por 58€ por persona en un recorrido de 1.5 horas, con hora de salida a las 9 pm de Venecia (en realidad, Treviso) y llegada a las 10:35 a Bruselas (en realidad Charleroi). El hostal contaba con un tríptico con los horarios de salida de ATVO tanto a Treviso como a Marco Polo, el aeropuerto principal de Venecia y más cercano. No se confíen, al menos los de este hostal no se encontraban actualizados, así que llegamos justo para tomar el que creíamos de las 18:00 hrs, el cual ni siquiera existía. La salida fué la oficial marcada en el sitio de internet, a las 18:30 hrs. El recorrido se completa justo en una hora, por lo que llegamos a las 19:30, a tiempo para realizar documentación de equipaje.

Treviso es un aeropuerto muy pequeño, no tuvimos ningún problema para documentar y pasar controles de seguridad en 30 minutos, es por ello que tampoco exigen tanto tiempo de tu llegada y antes del vuelo.

Pasamos a la sala y gracias a Google Now me entero de que el vuelo tiene un retraso importante en el trayecto de venida, por lo que el de nosotros estaría aún mayormente retrasado. Siempre pasa, no todo puede ser perfecto porque existen cosas en las que se tiene poca injerencia, así que no nos estresamos y a pesar de estar cansados en demasía, disfrutamos del refrigerio ofrecido por la empresa para mantenernos contentos: un panini seco y un refresco. Bueno! Al menos les preocupamos un tantito. Comenzamos a abordar después de las 23 horas y se tenía previsto salir a las 23:30. Fué así. Así que llegaríamos a Charleroi a la 1 am ya del siguiente día. Sin pensar que aún teníamos un shuttle pendiente.

El vuelo resultó sin contratiempo. Llegamos rápidamente, de esas veces en que el equipaje llega antes que tu a la cinta. Todo muy rápido, no sé si por la hora o por lo pequeño también de este aeropuerto. Corrimos rápidamente en búsqueda de nuestro Bus, ya no tan desconcertadamente por haber cambiado de ciudad y de país al dejar Italia. Comenzábamos a acostumbrarnos después de una semana en Europa.

El siguiente shuttle lo haríamos con la empresa FLIBCO que tiene varios destinos entre ciudades importantes y aeropuertos secundarios. Los boletos los adquirí en el hostal de Venecia con un precio de 14€ por persona y un recorrido de 50 minutos hasta Midi, la estación principal de Bruselas. Dormimos plácidamente y con ganas de continuar la siesta por otras 7 horas más, el cansancio era demasiado tanto de mi esposa como mío. Aun así teníamos que estar un poco alertas, aunque el bus no realiza paradas, seguro el chofer nos despertaría si continuábamos dormidos al final del trayecto.

Al llegar a Midi y bajo una madrugada un tanto fría, mi esposa no quiso caminar a pesar de que según mis cálculos, estaríamos a solo 4 cuadras del hostal que nos albergaría. Creo que todo está planeado, donde el Bus nos deja, existen camionetas tipo van con funcionalidad de taxi. Abordamos 3 parejas en total mientras le dábamos las direcciones de cada hotel; tomó orden y con una velocidad envidiada por cualquier piloto de la F1, solamente en 20 minutos dejó a los 3 grupos de personas en su hotel por un total de 10€ por persona. Poco después de las 2 am nos encontrábamos en Brxxl 5, nuestro hostal. Bienvenidos a Bruselas.

Galeria de Venecia


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