Siempre he sido de la idea de viajar de la manera que a cada persona le haga feliz. Habrá quien lo haga mucho o poco tiempo, sólo o acompañado, en su país o al extranjero, en paquete o de mochilero o alguna otra variante. El simple hecho de salir de tu rutina implica nuevos aprendizajes.
Tengo una manera peculiar de viajar, ya que suelo llevar un itinerario más o menos definido ya que suelo tener bien definido cuantos días serán de viaje; no siempre las ciudades que recorreré, pero sé cuando regreso a casa si ningún otro contratiempo ocurre. Pero también lo realizo de un bajo presupuesto, intentando dormir en hostales la mayoría de ocasiones; soy de los que prefieren gastar en una buena comida que en un hotel lujoso.
Suelo adelantarme a comprar vuelos internos dependiendo del país que visite, eso me permite casi siempre ahorrar. Siempre existe el riesgo de pagar un poco más o tener que esperar algún otro medio de transporte.
No soy muy fan de los viajes en paquete (si, ya sé, eso lo han escuchado muchas veces y a suele ser bastante arrogante) pero en ocasiones es la única opción, en grupo suele ser más barato si se comparten los gastos o llegar a lugares un tanto inseguros puede orillarte.
Tampoco me agrada la idea es ir escuchando todo el tiempo que las personas que viajan digan “vas poco tiempo” o “estás yendo pocos días a esa ciudad” o “solo recorre ese país, no vayas a otro”. Siempre haciendo referencia a la cantidad de días para el viaje. Cada quien viaja como puede y cuanto quiere, quizá esa persona no goza de nuestros beneficios y tiene que reportar a un trabajo antes que nosotros. Es cuestión de libertad. Siempre me he limitado a dar mi opinión sobre los lugares que ya conozco y cómo aproveché mi tiempo de viaje.
Sea como sea, viaja por favor.